sábado, 9 de mayo de 2009

So long, Marianne




Hay algo quizás de esto de regar las los pulloveres y tejer el invierno
Algo de viento y salamandra
Hay algo que no me rasga las vestiduras por más finas que sean.

Yo quiero poder explicarle, qué es, quiero poder decirle entonces de aquellas mañanas en la nieve, de aquella estufa o el olor a leche caliente del comedor.
Sabe usted lo que se siente al reposar las manitas frías sobre el plástico del vaso bordó?
Quizás si le cuento de las meriendas de leche de los angelitos, y el sabor del agua mezclada con azúcar de entonces..
Hay de todo vio, es un camino largo este, y el acumular constante del tiempo pierde color.
Como conciliamos entonces, tus veranos y los míos?

Hay algo en el desapego, que atrapa, esto lo hablamos. Esto de la disconformidad crónica como maleficio postmoderno, del no poder decir, de todos los colores que conozco, y de los que intuyo no conocer, elijo este.

Cinco dedos, cinco cariños, cinco sonrisas, como cinco caminos o cinco personas dentro mío. Que quiero del punk el despertarme con los lentes puestos y preparar café. Que quiero de sos preciosa rusita , el tintineo de una polca en la tarde lluviosa de abril. Quiero también la seriedad del comentario inteligente en la charla inteligente e intrincada de esta sobremesa. Y no puedo dejar de querer no para de bailar tampoco cuanto bit quepa en mis piecitos. Y si representamos una charla de ascensor que sea con un montón de espuma en la mano, y mientras prepares el otro tema para cantar, un tango para recitar. Puedo contarte de El Capital, o cantar temas de Enrique Iglesias.
Con todo el cariño puedo.

La agilidad con la que puedo ahora pasar parar y dejar de escribir.

El camión de Urbina. Olor a jueves por la tarde. Cuadrado de metal, aluminio y por dentro el mundo de las preciadas mercancías. Chocolates o garrafas.
Las encomiendas de los miércoles, el diario y los caramelos con espuma.
Miro por la ventana y no pasan autos, miro por la ventana y no pasan autos.
Estatuas vivientes en el desierto.
Emperatrices rusas en el otoño.
Muñecas de plástico en primavera.
Andinistas en año nuevo.
Combatientes soviéticas a destiempo.
Tanta imaginación al servicio de un tiempo sin reloj.




+

4 comentarios:

Perrus dijo...

Cuantas descripciones tan bonitas, viaje por un momento con esa imaginacion sin tiempo...
Te quiero Dian!

Anónimo dijo...

Hay algo en lo que escribís, y digo en todo, no solo acá, sino en todas tus palabras que... no sé. Perrus habla de un viaje, y debe ser algo así, mientras uno lee se disparan miles de imágenes, de pensamientos. Y todo eso abruma el comentario inteligente, perspicaz, y lo único que queda decir es: "me encantó".

Claudel dijo...

que lindo
saben?
Qué lindo que las palabras que a veces encuentro tan dislocadas, sensaciones tan encontrada, encuentren oidos y sensaciones...
gracias!!

Ivanna dijo...

Visual, como un video clip en blogspot.
Yo te pregunto (es la identificación tal vez...) son "alivios" ? (alivios le llamamos en la ceremonia de medicina cuando vomitás en la bolsita... sí, te aliviás ahí adentro largando todo lo que adentro te sube y te baja)

una catarata de catarsis para aliviar
bien visual
bien personal

soltar

frente a la compu


un mar de sensaciones espontáneas, en el medio de la tormenta bellísima de la vida!



el 15 de mayo mi cumpleeeeeee
te esperoooo nena roja